sábado, 27 de agosto de 2011

A ti, que naciste entre flores
y a los ojos del sol.
Tengo que pedirte perdón
por mis silencios por
 no saber de que hablar.
Perdón por tener la mente
en blanco y no poder crear
las freses que te gustan.
Que tú no eres culpable
si no la confianza
de tenerte ya mía.
Que tal vez ya no pueda
evitarlo y no sepa que crear.
No significa que no te quiera,
que el amor que sentía por ti
permanece y permanecerá.
Y que te sirva de consuelo que
no hay palabras ni poesías
que expresen lo que siento.
Ese amor
siempre lo será.